viernes, 2 de noviembre de 2012

Las series de nuestras vidas (4)

4. Juego de Tronos

Este humilde ránking se elaboró hace ya bastante tiempo. Por desgracia, el ritmo de publicación de cada artículo ha sido considerablemente inferior a la evolución del mundo de las series. Desde que hice la lista han nacido, crecido, incluso reproducido, y muerto muchas, incluídas o no en el ránking. Tal vez por este pequeño problema de actualización, la lista real, a día de hoy, hubiera sido sensiblemente distinta a la definitiva, la que nos ocupa, especialmente por la incorporación de algún nuevo elemento merecedor de figurar en ella. En cualquier caso, estas variaciones no las considero significativas y ya habrá tiempo, cuando el ránking esté publicado en su totalidad, de enunciar enmiendas y otorgar accésits y menciones especiales.

Este preámbulo también guarda relación con la posición de Juego de Tronos en la cuarta posición del ránking. Esta serie alcanzó dicha posición cuando apenas había concluído la primera temporada, pudiendo parecer algo precipitado. Más bien al contrario, la segunda (y última hasta la fecha) temporada ha corroborado su calidad y méritos.

A priori, la empresa parecía ambiciosa y complicada. Las adaptaciones cinematográficas o televisivas de novelas de éxito siempre han generado, y generan, controversia. Mayor aún es el desafío si se trata del género fantástico, cuyos seguidores consumen ambos medios con idéntica voracidad. La saga Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, aún inconclusa, cuenta con millones de fans en todo el mundo y algunos osados la equiparan a la obra de Tolkien.

Por este motivo, una vez anunciada, la expectación era máxima. Otra presión añadida fue la dirección artística; este tipo de producciones, con gran inversión en decorados, vestuarios, efectos especiales, etc. suele reservarse al medio cinematográfico, por la necesidad de una enorme inversión económica. En las series, más modestas en sus balances financieros, son habituales las aventuas de médicos, abogados y policías, cuya infraestructura ya está prácticamente montada en la vida cotidiana. Proveer armaduras, espadas, caballos, castillos... suele ser pelín más caro, lo que implica que si la inyección económica de la productora es insuficiente, la ambientación falla y la historia deja de ser creíble, lo que conduce a la serie al fracaso.

En Juego de Tronos la producción -de la cadena estadounidense Home Box Office- es impecable, siendo uno de sus puntos fuertes y convenciendo a los aficionados al género y atrayendo a los que no disfrutan especialmente con las historias de espada y brujería. No hay un despliegue gratuito (valga la paradoja) e ingente de medios, como sucede en ciertas superproducciones de Hollywood que utilizan efectos especiales asombrosos y presupuestos estratosféricos para ocultar carencias en el guión o en la interpretación. El citado despliegue de medios es moderado y totalmente ajustado a las necesidades narrativas, lo que facilita en gran medida la inmersión del espectador en la trama.

En este aspecto (y en otros, aunque en éste es mucho más clamoroso), compararlo con las voluntariosas producciones españolas de series históricas resulta ciertamente despiadado.

Con respecto a la trama, es fácil deducir su procedencia literaria; muchos personajes, muchas historias paralelas. En un primer momento, incluso cuesta seguir el argumento por el alud de datos y personajes que recibimos. Como anotación diremos que poder disfrutarla en versión original con subtítulos, aparte de las ventajas obvias, también ayuda a seguir el hilo, ya que casi siempre el leer un nombre propio permite guardarlo mejor en la memoria que el oírlo.

Nos cuentan la historia de varias familias que compiten por el inestable trono de un reino que ha cambiado constantemente de manos (o de trasero, para ser anatómicamente precisos), desembocando en una guerra con varios frentes, con muertes, traiciones, misteriosas alianzas... Personajes carismáticos, diálogos brillantes, tensas situaciones y sorprendentes desenlaces es parte de lo que nos ofrece esta serie. Los que han leído las novelas se muestran bastante satisfechos por la adaptación (cosa que ya dice mucho), lo que no sería de extrañar sabiendo que el propio Martin está detrás como productor e incluso guionista.

En definitiva, una serie que con cada nueva temporada genera una expectación (la de veces que me preguntan cuándo vuelve JdT...) poco vista en otras series. Una serie única en muchos aspectos. Hagan caso a quienes se la recomiendan.

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